Las escenas post-créditos de Venom: The Last Dance: Knull, la primera lleva a los espectadores de vuelta a la prisión en el vacío donde Knull permanece atrapado.
Con una actuación estremecedora de Andy Serkis, quien encarna al temido villano, Knull envía un mensaje apocalíptico a la Tierra.
A través de esta escena, queda claro que el destino de Eddie y Venom ha sido sellado, y Knull avisa de una amenaza inminente: su oscuro reinado pronto caerá sobre el planeta.
Este preludio sitúa al villano como una figura comparable a Thanos en el MCU, anticipando el comienzo de un conflicto de proporciones cósmicas en futuras películas.
En la segunda escena, la trama nos transporta a una devastada Área 51.
En un bar en ruinas, Cristo Fernández interpreta a un misterioso barman que explora los restos buscando signos de vida.
Aunque el lugar parece desolado, la aparición de una cucaracha y un bote de vidrio roto insinúan la posible supervivencia de algún personaje o simbionte tras los eventos de la cinta.
Esta escena enigmática sugiere que el simbionte podría regresar o que nuevos seres simbióticos surgirán en este universo.
El futuro del simbionte y la llegada de Knull
Con el simbionte separado de Eddie Brock y la introducción de Knull, el universo de Sony podría abrir nuevas historias en torno a otros personajes simbióticos y llevar la trama a niveles cósmicos. La introducción de Knull, un villano nacido en las sombras que gobierna el Reino de Negro, anticipa conflictos mucho más grandes que cualquier enfrentamiento previo en el Universo Spider-Man de Sony. Como uno de los seres más poderosos de la mitología de Marvel, Knull podría traer consigo una guerra entre simbiontes, alterando el equilibrio en la Tierra y los multiversos.
Un cierre y un nuevo comienzo para Sony
Aunque The Last Dance cierra un ciclo, el enigmático desenlace y la presentación de Knull abren nuevas rutas para la franquicia. Con esta entrega, Sony parece apostar por una narrativa más compleja, donde el héroe y el simbionte enfrentan tanto sus propios demonios como una amenaza de proporciones galácticas.
