La aerolínea mexicana no pudo superar la crisis provocada por la pandemia y la mala gestión de sus directivos. ¿Qué pasará con sus trabajadores y sus clientes?
Interjet, una de las principales aerolíneas de México, ha sido declarada en quiebra por un juez federal, tras acumular adeudos por más de 1.200 millones de dólares. La empresa, que suspendió sus operaciones desde diciembre de 2020, tendrá que vender sus bienes para pagar a sus acreedores, entre los que se encuentran el fisco, los arrendadores de aviones, los proveedores y los trabajadores.
La quiebra de Interjet se formaliza después de ocho meses de haber iniciado un concurso mercantil, un proceso legal que busca reestructurar las deudas de una empresa y evitar su desaparición. Sin embargo, la aerolínea no presentó ningún plan viable para recuperar su viabilidad financiera y operativa, y tampoco cumplió con los compromisos adquiridos con sus acreedores.
Interjet fue fundada en 2005 por la familia Alemán, que también controla el Grupo Alemán, un conglomerado empresarial con intereses en medios de comunicación, telecomunicaciones, turismo y energía. La aerolínea se posicionó como una opción de bajo costo con servicios de calidad, y llegó a tener una flota de más de 80 aviones y a operar más de 50 destinos nacionales e internacionales.
Sin embargo, la empresa comenzó a tener problemas financieros desde 2019, cuando enfrentó una huelga de pilotos, el embargo de aviones por falta de pago y una multa millonaria por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por cancelaciones masivas. La situación se agravó con la llegada de la pandemia de covid-19, que afectó severamente al sector aéreo mundial.
Interjet dejó de volar desde diciembre de 2020, dejando varados a miles de pasajeros sin reembolsos ni compensaciones. Además, adeuda más de un año de salarios y prestaciones a sus más de 5.000 trabajadores, que declararon una huelga en enero pasado. La empresa también debe impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y rentas a los dueños de los aviones que utilizaba.
Los directivos de Interjet aseguraron en varias ocasiones que la aerolínea volvería a volar pronto, e incluso anunciaron planes para operar desde el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), así como desde Monterrey y Cancún. Sin embargo, estas promesas nunca se concretaron y la empresa siguió perdiendo credibilidad y confianza.
Ahora, con la declaración de quiebra, se abre una nueva etapa en la liquidación de Interjet. El juez ordenó al síndico que proceda a la venta de los bienes y derechos que integran la masa concursal, procurando obtener el mayor producto posible para hacer el pago a los acreedores. Entre los bienes que se podrían rematar se encuentran las marcas comerciales, las rutas autorizadas y los equipos informáticos.
¿Qué pasará con los trabajadores y los clientes de Interjet? ¿Habrá alguna posibilidad de que la aerolínea se recupere y vuelva a volar? ¿Qué lecciones deja este caso para el sector aéreo mexicano? Estas son algunas preguntas que quedan abiertas tras el final anunciado de una empresa que alguna vez fue líder en el mercado nacional.