Netflix ha estrenado este 3 de noviembre Sly, un documental que recoge los casi 50 años de carrera de Sylvester Stallone. En la obra, el actor neoyorquino, de 77 años, se abre para relevar secretos de su vida, ahondando sobre todo en las dos sagas que le han convertido en leyenda: Rocky y Rambo.

Uno de los relatos más llamativos del documental es el que cuenta Stallone sobre el rodaje de Rocky 4, donde se vio las caras sobre el ring con el todopoderoso Ivan Drago. Stallone recuerda cómo físicamente la película fue de lo más exigente y le obligó a cargar con una mochila mayor, ya que además de llevarse golpes durante el rodaje, dirigió y escribió el guion de la película.

En concreto, Stallone cuenta que Dolph Lundgren, el actor que interpretó a Drago, le propinó un golpe tan fuerte que su corazón se le empezó a hinchar. Esa noche, su tensión arterial subió a 280 y fue ingresado en cuidados intensivos durante nueve días.

La anécdota ha generado un gran debate, ya que algunos expertos médicos dudan de su veracidad. Fermín Calvete, médico que lleva trabajando en eventos de boxeo desde hace 26 años, asegura que la dolencia que cuenta Stallone es “muy poco habitual”. “Para que se produzca lo que relata debería de haber recibido un golpe más fuerte del que pueden propinar los puñetazos por muy grande que sea Lundgren. En toda mi experiencia como médico de ring no lo he visto nunca”, sentencia.

Sin embargo, otros expertos consideran que el relato de Stallone es plausible. Richard Sapolsky, profesor de neurología en la Universidad de Stanford, afirma que “es posible que un golpe fuerte al pecho pueda provocar una inflamación del corazón”. “Es una situación muy rara, pero no imposible”, señala.

En última instancia, la veracidad del relato de Stallone solo puede ser confirmada por el propio actor. Sin embargo, lo que está claro es que la anécdota ha vuelto a poner de manifiesto la pasión de Stallone por su trabajo, que le ha llevado a asumir riesgos físicos que muchos otros actores habrían evitado.