Rick y Morty es una de las series más exitosas y aclamadas de los últimos años. Sus aventuras interdimensionales, su humor ácido y sus referencias a la cultura pop han conquistado a millones de espectadores en todo el mundo. Sin embargo, no todo es diversión y risas en el universo de Rick y Morty.
La serie también ha generado polémica, controversia y decepción entre sus fans.
La última temporada, la séptima, se estrenó el pasado domingo 15 de octubre con un episodio titulado “Rickmurai Jack”, que parodiaba la serie animada Samurai Jack. El capítulo mostraba a Rick enfrentándose a una versión malvada de sí mismo, mientras Morty intentaba escapar de un mundo postapocalíptico. El episodio tuvo una buena acogida por parte de la crítica y el público, pero también dejó muchas preguntas sin responder y abrió nuevas tramas que prometen complicar aún más la relación entre el abuelo y el nieto.
Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de los fans no ha sido el contenido del episodio, sino el escándalo que rodea a uno de los creadores de la serie, Justin Roiland. El pasado mes de septiembre, Roiland fue acusado de violencia de género por su exnovia, Sarah Winters, quien publicó en sus redes sociales una serie de mensajes, audios y fotos que supuestamente demostraban el maltrato físico y psicológico que sufrió por parte del animador.
Según Winters, Roiland la golpeó, la amenazó, la humilló y la obligó a abortar en varias ocasiones. Además, afirmó que Roiland era adicto al alcohol y las drogas, y que tenía una obsesión enfermiza con Rick y Morty, llegando a creer que él era Rick y ella era Morty. Winters también acusó a Roiland de plagiar sus ideas para la serie, y de haberla usado como inspiración para crear personajes como Summer o Jessica.
Las acusaciones de Winters causaron un gran revuelo en las redes sociales, donde muchos fans expresaron su indignación, su decepción y su apoyo a la víctima. Otros, en cambio, defendieron a Roiland, argumentando que no había pruebas suficientes para condenarlo, que se trataba de una venganza o una extorsión por parte de Winters, o que se debía separar al artista de la obra.
Roiland no tardó en responder a las acusaciones, negando rotundamente haber cometido ningún acto de violencia contra Winters. En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, Roiland afirmó que su relación con Winters fue “tóxica” y “destructiva”, pero que nunca le hizo daño físico ni emocional. También dijo que Winters tenía problemas mentales y que estaba obsesionada con él. Además, aseguró que él era el único creador de Rick y Morty, y que Winters no tenía nada que ver con la serie.
El comunicado de Roiland no convenció a muchos fans, que siguieron exigiendo su renuncia o su despido como cocreador de Rick y Morty. Algunos incluso iniciaron una campaña de boicot contra la serie, pidiendo a los espectadores que no vieran los nuevos episodios ni compraran ningún producto relacionado con ella.
Ante esta situación, Adult Swim, el canal que emite Rick y Morty, emitió un breve comunicado en el que expresaba su “preocupación” por las acusaciones contra Roiland, pero también su “confianza” en su inocencia. El canal afirmó que seguiría apoyando a Roiland como cocreador de Rick y Morty, y que esperaba que se resolviera pronto el asunto legal.
Así pues, Rick y Morty se enfrenta a una difícil situación: por un lado, tiene el reto de mantener el interés y la calidad de su séptima temporada, que promete ser la más oscura y compleja de todas. Por otro lado, tiene que lidiar con el escándalo que salpica a uno de sus creadores, que ha dividido y enfadado a sus fans. ¿Podrá Rick y Morty superar esta crisis y seguir siendo una de las series más queridas y admiradas del momento? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, los fans tendrán que esperar al próximo domingo para ver el segundo episodio de la temporada 7, titulado “Rickdependence Spray”, que según la sinopsis oficial, tratará sobre “un problema de fertilidad”. ¿Qué nuevas locuras nos esperan? ¡No te lo pierdas!
