Netflix ha lanzado una serie documental sobre la famosa reina de Egipto, Cleopatra, que ha causado un gran revuelo por su elección de la actriz que la interpreta. Se trata de Adele James, una británica de raza mixta que sugiere que Cleopatra tenía raíces africanas.
Sin embargo, la representación de Cleopatra como una africana negra ha desatado la polémica y el descontento en Egipto, donde un abogado ha presentado una demanda contra Netflix por “afrocentrismo” y por atentar contra los valores egipcios1. Además, un destacado egiptólogo y exministro de Antigüedades, Zahi Hawass, ha asegurado que “esto es completamente falso” y que “Cleopatra era griega, lo que significa que era de piel clara, no negra”.
La controversia se basa en el hecho de que se desconoce la identidad de la madre de Cleopatra, y los historiadores dicen que es posible que ella, o cualquier otra antepasada femenina, fuera una nativa egipcia o de otras partes de África3. Sin embargo, se sabe que Cleopatra era hija de Ptolomeo XII, un monarca de ascendencia macedonia y el último representante de una dinastía fundada por el general Ptolomeo, enviado por Alejandro Magno.
La serie documental se estrenó el 10 de mayo y consta de cuatro episodios que repasan la vida de Cleopatra desde su nacimiento en el año 69 a.C. hasta su muerte en el 30 a.C., cuando Egipto cayó bajo el dominio romano tras sus romances con Julio César y Marco Antonio.
Netflix ha defendido su elección de la actriz Adele James como Cleopatra y ha afirmado que “su herencia es muy debatida”1. Por su parte, la actriz ha respondido a los críticos con un mensaje en Twitter: “Si no les gusta el reparto, no vean el programa”.