Jesús Eduardo Carrillo Cabrera tiene una Sentencia a 26 años y 8 meses de prisión por el feminicidio de su pareja, Ana Karen, en Gómez Palacio, Durango. En lugar de ayudarla, grabó el momento en que ella se quitó la vida
Tras una discusión, Ana Karen intentó suicidarse, pero su pareja, en lugar de auxiliarla, grabó el hecho. La justicia duranguense lo sentenció también al pago de una multa y reparación del daño por más de 3 millones de pesos
La noche del 19 de octubre de 2021, en un domicilio de Gómez Palacio, Durango, ocurrió una tragedia que conmocionó a la comunidad. Ana Karen, tras una fuerte discusión con su pareja, Jesús Eduardo Carrillo Cabrera, salió al patio de su casa con la intención de quitarse la vida. Sin embargo, en lugar de intentar salvarla, Carrillo Cabrera decidió grabar el momento en que ella se ahorcaba, sin brindarle ayuda alguna.
Este acto de omisión llevó a la Procuraduría de Investigaciones de Durango (PID) a detenerlo y presentarlo ante el Ministerio Público, quien lo acusó de feminicidio en grado de comisión por omisión. Tras un proceso judicial, el Juez de Control de Durango dictó una sentencia histórica: 26 años y 8 meses de prisión para Carrillo Cabrera, además de una multa de 172 mil 70 pesos y una reparación del daño por 3 millones 408 mil 241 pesos.
Según los detalles de la investigación, la pareja sostenía una relación conflictiva. Aquella noche, tras una discusión, Ana Karen decidió tomar una drástica decisión. Mientras ella intentaba suicidarse, Carrillo Cabrera, en lugar de intervenir, grabó el proceso con su teléfono móvil. Este hecho fue clave para que las autoridades lo consideraran responsable por no haber actuado para evitar la muerte de su pareja.
El caso ha generado un amplio debate sobre la responsabilidad en situaciones de crisis y la importancia de actuar para salvar vidas. La sentencia no solo busca castigar a Carrillo Cabrera, sino también enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de la omisión en casos de violencia de género.
Carrillo Cabrera cumplirá su condena en prisión, pagando no solo con su libertad, sino también con una multa económica que busca compensar, en parte, el dolor causado.