El Centro de Predicción Meteorológica Espacial (SWPC) emitió la primera alerta de tormenta solar geomagnética severa desde 2005, generando preocupaciones sobre posibles consecuencias para la Tierra. ¿Qué implica exactamente esta advertencia?
Según el SWPC, una tormenta geomagnética ocurre cuando hay un eficiente intercambio de energía desde el viento solar hacia el espacio alrededor de la Tierra, perturbando su magnetosfera. Este fenómeno, desencadenado por variaciones en el viento solar, puede alterar las corrientes, plasmas y campos magnéticos terrestres.
Las condiciones necesarias para estas tormentas incluyen vientos solares sostenidos y de alta velocidad, así como un campo magnético solar dirigido hacia el sur. Desde el miércoles, el SWPC ha detectado al menos cinco eyecciones de masa coronal (CME) dirigidas hacia la Tierra, explosiones de plasma y campos magnéticos desde la corona solar que pueden desencadenar tormentas geomagnéticas.
Las repercusiones potenciales son significativas: estas tormentas podrían afectar infraestructuras en órbita y en la superficie terrestre, interrumpiendo comunicaciones, redes eléctricas, navegación y operaciones de satélites y radio.
Además, estas tormentas pueden producir auroras boreales que podrían ser visibles en latitudes inusuales, como Alabama y el norte de California. Sin embargo, también pueden aumentar la densidad en la atmósfera superior, lo que afecta la órbita de satélites y puede generar errores en sistemas de posicionamiento como el GPS.
Aunque las tormentas solares ofrecen espectaculares auroras, el SWPC advierte sobre los riesgos potenciales, incluyendo alteraciones en sistemas de navegación y la posibilidad de corrientes inducidas geomagnéticamente en la red eléctrica y las tuberías. La comunidad internacional sigue de cerca esta situación mientras se prepara para posibles impactos.