noviembre 09 2024

Flat White: Un deleite para los amantes del café

El flat white, una bebida de café con una textura suave y sedosa, ha conquistado el paladar de los amantes del café en todo el mundo. Con su origen en Melbourne, Australia, en la década de 1980, esta deliciosa mezcla de espresso y leche microespumada se ha convertido en un clásico en las cafeterías especializadas.

A diferencia del cappuccino, el flat white se caracteriza por una menor cantidad de espuma, creando un equilibrio perfecto entre el sabor del café y la cremosidad de la leche. Se sirve en una taza pequeña de cerámica, con una textura aterciopelada que le da su nombre.

El arte latte tradicional del flat white añade un toque visualmente atractivo a esta exquisita bebida. Aunque se recomienda disfrutarlo solo, también combina a la perfección con un pan o una galleta para un delicioso refrigerio.

Preparación del flat white:

  1. Calentar entre 150 y 200 ml de leche a 65 °C, sin llegar a ebullición.
  2. Preparar un espresso doble con 18-20 gramos de café molido fino.
  3. Verter el espresso en una taza de cerámica precalentada.
  4. Añadir la leche caliente vaporizada desde cierta altura para crear una fina capa de espuma.

El objetivo es lograr una armonía entre el café y la leche, donde el sabor del espresso se destaque sin ser opacado por la leche.

El 11 de marzo, Google rinde homenaje a esta popular bebida con un doodle que invita a disfrutar del flat white y explorar la cultura del café. Es una oportunidad para saborear esta creación única y apreciar su historia y sabor.

Para los amantes del café que buscan una experiencia sensorial completa, el flat white es una opción inigualable. Su textura suave, sabor equilibrado y elegante presentación lo convierten en un deleite para los sentidos.