Se descubren 26 cuerpos más en el este de Kenia, elevando la cifra a 47 en 3 días en una investigación sobre la muerte de seguidores de una secta liderada por el pastor Paul Makenzie.
Los cuerpos fueron encontrados en una propiedad del pastor, quien instó a sus seguidores a ayunar hasta la muerte para “conocer a Jesús”. El pastor ha sido detenido anteriormente en relación con la muerte de niños, pero fue puesto en libertad bajo fianza. Esta trágica noticia destaca la importancia de la regulación y supervisión de las sectas religiosas extremas.
La Iglesia Internacional de la Buena Nueva, dirigida por el pastor Makenzie, ha sido objeto de investigaciones previas debido a su práctica extrema de ayuno, que ha resultado en varias muertes de seguidores. Este trágico suceso ha generado una gran conmoción y preocupación en la comunidad local y en todo el país, lo que subraya la necesidad de prestar atención a la seguridad y protección de las personas en todas las organizaciones religiosas y espirituales.
Es esencial que las autoridades tomen medidas efectivas para investigar y sancionar a los líderes de sectas que ponen en peligro la vida de sus seguidores mediante prácticas extremas. También se necesita una mayor conciencia y educación sobre las señales de advertencia de las sectas peligrosas para prevenir tragedias como esta en el futuro.
Este incidente es una triste recordatorio de la importancia de la libertad religiosa, pero también la necesidad de asegurar que la práctica de la fe no ponga en peligro la vida o la integridad de las personas.