¿Qué es la “tasa rosa” y por qué se ha vuelto tan polémica?
¿Existen pruebas de que las mujeres pagan más por los mismos productos?
¿Cuáles son los productos que suelen tener un precio más elevado para las mujeres?
Iniciativas gubernamentales para reducir la “tasa rosa”.
¿Es posible eliminar por completo la “tasa rosa” y garantizar la igualdad de género en el acceso a productos y servicios?
“Ser mujer sale caro” es una frase comúnmente utilizada para referirse a la mayor cantidad de productos que se comercializan específicamente para mujeres y a los precios más elevados que suelen tener. Sin embargo, ¿realmente esto es así? En el caso de los seguros de gastos médicos mayores, sí existe una diferencia en las primas que pagan hombres y mujeres debido a la exposición al riesgo que tienen ellas, pero esto no significa que siempre sea así en todos los productos.
Recientemente, se ha hablado mucho sobre la “tasa rosa”, es decir, el sobreprecio que se aplica a los productos para mujeres. Sin embargo, algunas iniciativas gubernamentales han buscado reducir este impacto en el bolsillo de las mujeres. Por ejemplo, en México, desde octubre de 2021 se eliminó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se cobraba en productos para la higiene menstrual, lo que permitió que estos artículos fueran más accesibles para todas las mujeres.
Además, en abril del mismo año se propuso la gratuidad de productos de gestión menstrual en todas las escuelas del país, lo que busca garantizar la igualdad de oportunidades en la educación para las mujeres.
Es importante mencionar que, aunque existan productos específicos para mujeres, esto no necesariamente implica que sean más costosos. La variedad y calidad de los productos suelen estar relacionadas con la demanda del mercado y las necesidades de los consumidores, por lo que es importante analizar cada caso en particular para determinar si se está aplicando una “tasa rosa” injustificada.
En resumen, aunque el costo de algunos productos para mujeres pueda ser más elevado, no siempre es así en todos los casos. Es importante estar atentos a iniciativas gubernamentales que buscan reducir la brecha de género en el acceso a productos y servicios, y analizar cuidadosamente cada caso para determinar si se está aplicando una tasa rosa injustificada.