El creador de contenido Leobardo Aispuro Soto, conocido como “El Gordo Peruci,” fue asesinado a balazos la noche del lunes en la colonia 21 de Marzo, en Culiacán, Sinaloa.
En el ataque, su esposa también resultó gravemente herida al recibir un disparo en el abdomen y tuvo que ser trasladada de emergencia a un hospital civil.
La noticia ha conmocionado tanto a sus seguidores como a otros influencers de la región, especialmente aquellos vinculados al grupo “Los Toys” liderado por Markitos Toys.
Detalles del ataque
El incidente ocurrió mientras “El Gordo Peruci” se encontraba frente a su domicilio. Dos sujetos armados se acercaron y abrieron fuego contra él, hiriendo además a su pareja, quien aún permanece hospitalizada en estado crítico. Según las autoridades locales, la investigación está en curso para esclarecer los motivos detrás del asesinato y capturar a los responsables.
Tercer influencer asesinado en Sinaloa
El asesinato de “El Gordo Peruci” se suma a una alarmante lista de influencers de la región que han sido víctimas de la violencia en los últimos meses. Entre ellos se encuentra Manuel Vivanco, conocido como “El Jasper,” quien fue hallado sin vida en un camino rural con señales de tortura el pasado 23 de noviembre. Ambos creadores de contenido eran conocidos por mostrar una vida de lujos en redes sociales, lo que los posicionaba en el centro de la polémica.
La sombra del crimen organizado
Aunque aún no se ha confirmado oficialmente una conexión, estos asesinatos resaltan el entorno de inseguridad que enfrentan figuras públicas en Sinaloa, donde las actividades del crimen organizado son prevalentes. En el caso de “El Jasper,” reportes sugieren vínculos con grupos delictivos, pero el caso de “El Gordo Peruci” sigue siendo un misterio, dejando a sus seguidores en incertidumbre sobre las razones detrás del ataque.
Reacciones de la comunidad digital
El asesinato ha generado una ola de indignación y tristeza entre seguidores y compañeros influencers. En redes sociales, amigos y conocidos han expresado su solidaridad con la familia del creador de contenido, mientras demandan justicia y mayor seguridad para los ciudadanos.
La situación pone de relieve los riesgos que enfrentan figuras públicas en regiones conflictivas y cómo la exhibición de vidas ostentosas puede atraer atención no deseada en un contexto tan volátil