El presidente Andrés Manuel López Obrador reclamó al gobierno de China por el tráfico de fentanilo, una sustancia que se usa para elaborar drogas sintéticas y que ha causado una crisis de adicción y muerte en Estados Unidos.

López Obrador envió una carta al presidente de China, Xi Jinping, el pasado 22 de marzo, en la que le pidió su colaboración para detener los envíos de fentanilo desde ese país a México. Le solicitó información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia.

Sin embargo, el gobierno de China respondió días después que no existe tráfico ilegal de fentanilo entre ellos y México, y que las autoridades competentes de los dos países mantienen una buena comunicación. También dijo que Estados Unidos debe afrontar sus propios problemas y tomar las medidas necesarias para reforzar la lucha contra el consumo de fentanilo.

Ante esta respuesta, López Obrador cuestionó este lunes dónde se produce el fentanilo si no es en China. Dijo que aún no tiene una comunicación formal del gobierno chino y que espera tenerla para fijar una postura. Aseguró que el tema del fentanilo no debe tener ideología y que se debe poner por delante la salud y la vida de las personas.

El mandatario mexicano anunció que esta semana una comisión de funcionarios mexicanos y estadounidenses se reunirán para abordar el asunto del fentanilo y su consumo, así como lo relacionado con las armas. También dijo que se trabaja en una propuesta para sustituir el uso médico del fentanilo por otra sustancia menos peligrosa.

El fentanilo es un opioide sintético que se usa como analgésico y anestésico en medicina, pero que también se emplea para elaborar drogas como el fentanyl o el carfentanil, que son más potentes y letales que la heroína. Según datos de Estados Unidos, en 2020 murieron más de 93 mil personas por sobredosis de drogas, la mayoría relacionadas con el fentanilo.