Los ex VIP se reunieron en el lugar acordado, una casa abandonada en las afueras de la ciudad. Todos estaban nerviosos, pero también decididos a llevar a cabo su plan.
“¿Están todos listos?” preguntó Ximena.
“Sí”, respondieron a coro.
“Bien”, dijo Ximena. “Aquí está el plan. Nos dividiremos en dos grupos. El primer grupo se encargará de distraer a los guardias. El segundo grupo se encargará de entrar en la casa y liberar a los rehenes.”
Ximena designó a los miembros de cada grupo. El primer grupo estaba formado por ella, Sofía, y dos de los hombres. El segundo grupo estaba formado por los otros dos hombres.
“¿Tienen alguna pregunta?” preguntó Ximena.
“No”, respondió Sofía.
“Bien”, dijo Ximena. “Entonces, vamos.”
Los dos grupos salieron de la casa abandonada y se dirigieron a la casa de los secuestradores.
El primer grupo se acercó a la casa y comenzó a hacer ruido. Gritaron y lanzaron piedras a las ventanas. Los guardias salieron de la casa para investigar.
Mientras tanto, el segundo grupo se acercó a la casa por detrás. Encontraron una ventana abierta y se colaron dentro.
Los guardias estaban ocupados con el primer grupo, por lo que no se dieron cuenta de que el segundo grupo estaba dentro de la casa.
El segundo grupo se dirigió a la sala donde estaban los rehenes. Los rehenes estaban atados y amordazados, pero estaban vivos.
El segundo grupo liberó a los rehenes y les dijo que siguieran a Ximena y Sofía.
Ximena y Sofía se reunieron con el segundo grupo y los rehenes. Todos salieron de la casa y se dirigieron a la casa abandonada.
Los secuestradores se dieron cuenta de lo que estaba pasando y salieron de la casa. Comenzaron a disparar a los ex VIP.
Los ex VIP se dispersaron y comenzaron a disparar a los secuestradores. La lucha fue intensa, pero los ex VIP finalmente lograron derrotar a los secuestradores.
Los ex VIP y los rehenes se reunieron en la casa abandonada. Todos estaban a salvo, pero estaban exhaustos y conmocionados.
“¿Están todos bien?” preguntó Ximena.
Los rehenes asintieron.
“Gracias por salvarnos”, dijo uno de los rehenes.
“No hay de qué”, dijo Ximena. “Estamos aquí para ayudar.”
Los ex VIP y los rehenes se quedaron en la casa abandonada durante la noche. Al día siguiente, llamaron a la policía y les contaron lo que había sucedido.
La policía arrestó a los secuestradores y los acusó de secuestro y asesinato. Los rehenes fueron liberados y pudieron reunirse con sus familias.
Los ex VIP se sintieron aliviados de que la misión hubiera terminado con éxito. Habían salvado a los rehenes y habían detenido a los secuestradores.
Pero sabían que su trabajo no había terminado. Todavía había otros secuestradores que estaban libres. Los ex VIP estaban decididos a encontrarlos y llevarlos ante la justicia.