Daniel Ruenes, modelo colombiano con vitiligo, hoy trabaja en un OXXO en México tras ver desvanecerse sus sueños en la industria del espectáculo.
Su historia, lejos de ser una caída, es una muestra de resistencia emocional, adaptabilidad y fe en que los sueños, aunque se demoren, no mueren.
Ruenes llegó a México en 2021, tras colaborar en campañas de moda y grabar videoclips con artistas como Juanes y Greeicy Rendón. En su país natal, Colombia, ya había comenzado a ganar notoriedad como modelo con vitiligo. Sin embargo, el aparente ascenso tuvo un giro inesperado cuando las oportunidades se esfumaron, y con ellas la estabilidad económica.
“Muchas veces me he quedado sin comer. Prefiero aguantar un poquito de hambre para que las cosas mejoren”, confesó en entrevista con TVNotas en junio de 2025. Hoy, viste el uniforme rojo de una tienda OXXO y administra sus recursos para sobrevivir mientras sigue asistiendo a castings.
Originario de El Bagre, Antioquia, su infancia estuvo marcada por la carencia emocional. “Yo no tuve el apoyo de mis padres… estuvieron físicamente, pero no emocionalmente”, dijo en 2022 a LatinAmerican Post. En su adolescencia, el vitiligo alimentó sus inseguridades. “Fue horrible para mi autoestima no poder decirle a nadie que me estaban saliendo manchas”, recordó.
A pesar de los prejuicios y la incertidumbre, Ruenes no se detiene. Vive cerca de su lugar de trabajo, se organiza con cada quincena y sigue apostando por su carrera artística. No reniega de su presente. Por el contrario, llama a su empleo actual “mi mano salvadora”.
En un medio donde la apariencia y la constancia pesan, su voz disidente recuerda que las verdaderas historias de éxito también están hechas de caídas. “Jamás pensé en el modelaje o en la actuación porque tengo vitiligo y pensé que no nos querían en la industria”, dijo. Hoy, asume que ha lidiado con la depresión, con heridas familiares que aún sanan.
Entre productos en promoción y pasarelas en pausa, Daniel Ruenes sigue resistiendo. Porque, como él mismo asegura, “los sueños no se cancelan, a veces solo hacen escala”.