El polémico Adrián Marcelo declaró en Hermanos de Leche que no se arrepiente de su participación en La Casa de los Famosos México 2024. Afirmó que sus “villanías” fueron claves para el éxito de la temporada y que su salida estaba asegurada
México a 13 de octubre de 2024.- Adrián Marcelo, siempre fiel a su estilo irreverente, ha vuelto a causar revuelo con sus declaraciones. En el más reciente episodio del podcast #HermanosDeLeche, el conductor habló sin tapujos sobre su experiencia en La Casa de los Famosos México, asegurando que no se arrepiente de nada de lo que hizo dentro del reality show.
“No me arrepiento de nada”
Durante la entrevista, Adrián Marcelo dejó claro que todo lo que hizo dentro del reality fue estrategia para generar contenido y elevar el rating. Sin pelos en la lengua, aseguró que su papel como villano fue clave para el éxito de la temporada:
“Mis villanías fueron el contenido y rating de la temporada”, mencionó con total seguridad, dejando en claro que su intención era crear impacto y convertirse en una de las figuras más comentadas dentro del programa.
“Si no me iba yo, me sacaban al día siguiente”
Marcelo también habló sobre su polémica salida del reality show, afirmando que ya sabía que su tiempo dentro de la casa estaba contado. Según el conductor, su eliminación era inminente:
“Si no me iba yo, lo sacaban al día siguiente”, comentó refiriéndose a su salida y sugiriendo que su estilo directo e implacable había comenzado a generar incomodidad tanto dentro de la casa como entre la audiencia.
El villano favorito de la audiencia
A lo largo de su participación en La Casa de los Famosos México, Adrián Marcelo se convirtió en uno de los personajes más controversiales y polarizantes del reality.
Mientras que algunos lo criticaban por sus comentarios y actitudes, otros lo veían como el “villano” que hacía falta para darle sazón al show.
La propia dinámica del programa exige que los participantes encuentren una manera de destacarse, y Adrián Marcelo lo hizo a su estilo, ganando tanto seguidores como detractores, pero siempre asegurándose de que no pasaría desapercibido.