La Secretaría de Turismo del Estado de Durango ha entrado en acción para evitar que Nombre de Dios pierda su preciada denominación como Pueblo Mágico.
¿La razón? La instalación de un cajero automático que, aunque pensado para fortalecer la economía local, podría costarle al municipio su estatus turístico.
¿Un cajero automático vs. un Pueblo Mágico?
En un diálogo reciente entre la secretaria de Turismo, Elisa Haro Ruíz, y la alcaldesa de Nombre de Dios, Nancy Vázquez, se abordó la polémica instalación del cajero. Aunque la medida buscaba facilitar el acceso a servicios financieros para turistas y habitantes, ¿a qué costo? Los lineamientos del programa de Pueblos Mágicos son claros: cualquier alteración que afecte la estética y el patrimonio cultural puede ser motivo de revisión.
¿Fue un error no considerar estos lineamientos antes de instalar el cajero? La Secretaría de Turismo y el gobierno municipal ahora trabajan contra reloj para reubicar el dispositivo y evitar que Nombre de Dios pierda su denominación.
¿Qué está en juego?
Nombre de Dios no es solo un municipio; es un símbolo de la riqueza cultural e histórica de Durango. Perder el título de Pueblo Mágico no solo sería un golpe a su identidad, sino también a su economía, que depende en gran medida del turismo.
¿Están las autoridades actuando a tiempo? Aunque se ha confirmado que no hubo pagos irregulares con la institución financiera, la pregunta que todos se hacen es: ¿por qué no se anticiparon a este conflicto?
Próximos pasos: ¿Solución o parche temporal?
- Reubicación del cajero: Se busca un espacio que no afecte la estética del pueblo, pero ¿será suficiente para cumplir con los lineamientos federales?
- Diálogo continuo: Las reuniones entre autoridades continúan, pero ¿se están tomando decisiones efectivas o solo se está ganando tiempo?
- Promoción turística: Se reforzarán las estrategias para atraer visitantes, pero ¿qué pasará si el daño ya está hecho?
Conclusión: ¿Un futuro incierto?
Nombre de Dios enfrenta un desafío crucial: mantener su estatus de Pueblo Mágico mientras intenta modernizar sus servicios. ¿Lograrán las autoridades encontrar un equilibrio, o será este el principio del fin para uno de los pueblos más emblemáticos de Durango?
