En rueda de prensa, Rafael Mier denuncia irregularidades y acusa a la Comisión Electoral Universitaria de sesgo en favor de su adversario, cuestionando la transparencia y equidad del proceso electoral en la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED)
Por Danny Medina
Durango, Durango a 04 de Noviembre de 2024.- El proceso para la elección de la rectoría en la UJED está sumido en controversia. este día por la mañana, Rafael Mier, aspirante al cargo, denunció públicamente la negativa a su registro, una medida que considera parte de una “guerra sucia” orquestada para dejarlo fuera de la contienda.
Según Rafael Mier, la Comisión Electoral Universitaria argumentó que no cumplió con el requisito del 10% de las firmas, a pesar de que presentó más de las necesarias y obtuvo la validación de la propia Comisión.
El aspirante a la rectoría de la UJED detalló que, al momento de presentar su documentación, entregó 270 firmas de concejales que respaldaban su candidatura, superando con creces el mínimo de 215.
Sin embargo, la Comisión alega que solo se registraron 200 firmas. “Tenemos todas las firmas acreditadas y palomeadas por cada miembro de la Comisión Electoral, incluido su presidente. ¿Cómo es posible que ahora se nos diga que faltan firmas?”, cuestionó Rafael Mier.
Además, el aspirante ha señalado un evidente conflicto de interés: el presidente de la Comisión Electoral Universitaria es primo hermano de la esposa de su oponente.
Asegura que dicha relación personal invalida la imparcialidad en el proceso y solicitó que se designe a otro miembro de la Comisión para garantizar equidad en la contienda.
La negativa de registro ha afectado su campaña, pues mientras él se encuentra a la espera de una respuesta oficial, su contrincante sigue promoviendo su candidatura sin restricciones.
“Estamos perdiendo un día de campaña. Mi adversario está recorriendo la universidad y colocando publicidad, mientras a mí me tienen atado”, lamentó Mier.
Aseguró que recurrirá a medidas legales, incluyendo un amparo y otros recursos, en busca de que se respete su derecho a contender.
“La universidad debe ser un espacio de libertad y justicia, y la sociedad debe sumarse para evitar este tipo de arbitrariedades.
No podemos permitir que un proceso tan importante sea manipulado por intereses personales”, concluyó.
La situación en la UJED deja en evidencia un proceso electoral universitario marcado por la opacidad y la falta de transparencia, generando cuestionamientos sobre la imparcialidad de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de conducir una elección justa.