Irene Chamorro Tomás, indígena tepehuana, se graduó de preparatoria con el programa para comunidades marginadas del Colegio de Bachilleres del Estado de Durango (Cobaed).
Chamorro es una madre, esposa y abuela que ha trabajado duro para lograr su objetivo de obtener una educación.
Chamorro expresó a sus compañeros que nunca se den por vencidos, tanto en la ciudad como en comunidades alejadas, para que logren sus metas, ya que si lo intentan, por supuesto que lograrán todo aquello que se propongan.
La directora del Cobaed, Sonia Flores Arce, destacó la importancia de los padrinos en esta modalidad de estudios, pues se cuenta con jóvenes talentosos, por ello, se espera que continúen con sus estudios como Irene, que tiene el sueño de seguirse preparando en Enfermería, o el caso de Felipe, que quiere ser contador y ya tiene su ingreso a la FECA.
Alejandro Gurrola, un empresario duranguense que apadrinó a una joven estudiante, dijo creer en los jóvenes, ya que en ellos está el motor para ayudar al estado a crecer más y aprovechó para agradecer al gobernador Esteban Villegas por el impulso que da la familia Cobaed, ya que está incluyendo a todos los jóvenes.
Finalmente, Irene agradeció al gobernador Esteban Villegas y a su esposa Marisol, ya que al comenzar su encomienda, acudió a San Francisco de Lajas para atender las necesidades de la gente y lo ha hecho; “yo fui maestra en Conafe, yo me trasladaba en un burro con mis maletas a un lado, ya era madre de tres hijos y nunca los dejé, ahora ya me siento libre y me siento muy orgullosa”.
La historia de Irene Chamorro es un ejemplo de superación y de lucha por los sueños. Su historia es una inspiración para todos los jóvenes que se encuentren enfrentando retos en su vida.
