Descubre el legado de Doña Aleja, una mujer que marcó la historia gastronómica de Nombre de Dios con sus tradicionales gorditas, conquistando paladares locales y de turistas de todo el mundo
Por Danny Medina
Nombre de Dios, Durango.- Alejandrina González Serrano, conocida cariñosamente como “Doña Aleja”, nació en 1930 en Nombre de Dios, Durango. Desde los seis años enfrentó la adversidad tras quedar huérfana, una experiencia que moldeó su resiliencia y determinación.
Con una actitud emprendedora, aprendió “solita” a cocinar y preparar las icónicas gorditas que hoy son símbolo de tradición y orgullo en este Pueblo Mágico.
En 1957, Doña Aleja inició su negocio vendiendo gorditas hechas a mano desde dos canastas pequeñas. Con el tiempo, su dedicación y sazón atrajeron a un público cada vez mayor.
La demanda creció tanto que tuvo que establecerse en un punto fijo, el cual se convirtió en el famoso restaurante que lleva su nombre.
Este negocio no solo ha sostenido a su familia durante generaciones, sino que también ha posicionado a Nombre de Dios como un destino gastronómico por excelencia.
La magia de las gorditas de Doña Aleja
El restaurante “Doña Aleja” es conocido por su variedad de guisos tradicionales, como chicharrón, papas con chorizo y nopales, preparados con recetas que se han transmitido de generación en generación.
Cada domingo, el negocio utiliza hasta 20 kilos de chicharrón para satisfacer la demanda de sus clientes, quienes llegan desde municipios cercanos y rincones más lejanos del país.
Este legado culinario no se limita a los habitantes locales. Turistas de Europa, Canadá, Israel y Egipto han visitado el restaurante, atraídos por las recomendaciones de boca en boca.
Doña Aleja supervisaba personalmente la preparación de los platillos para garantizar que la calidad y el sabor permanecieran intactos, incluso cuando sus hijos y nietos tomaron las riendas del negocio.
Una historia de perseverancia y legado familiar
Esmeralda Martínez, hija de Doña Aleja, relata con orgullo cómo su madre enfrentó los desafíos iniciales, incluyendo una lesión en la rodilla que la obligó a cambiar su modelo de negocio. A pesar de las dificultades, la gente continuó buscándola, consolidando su presencia en el corazón de Nombre de Dios.
Hoy, nietos y bisnietos continúan trabajando en el restaurante, adaptándose a la creciente demanda de clientes que están dispuestos a esperar horas por una probada de estas delicias. La familia planea optimizar el servicio y los tiempos de entrega para mejorar la experiencia de los visitantes, mientras mantienen la autenticidad que caracteriza a este icónico lugar.
Impacto cultural y económico de un legado gastronómico
El restaurante “Doña Aleja” no solo es un punto de referencia para los amantes de la comida, sino también un motor económico para Nombre de Dios. Actualmente, emplea a siete personas y es un atractivo que impulsa el turismo en este Pueblo Mágico, incorporado al programa en 2018.
La herencia de Doña Aleja va más allá de la gastronomía. Su historia inspira a emprendedores y comunidades a valorar sus tradiciones y perseverar ante las adversidades. Aunque su partida deja un vacío, su legado continuará vivo en cada gordita que se prepare y disfrute en su honor.
Ubicación y cómo llegar
El restaurante “Doña Aleja” se encuentra en la calle Francisco Zarco #501, Nombre de Dios, Durango. Para llegar desde la ciudad de Durango, toma la carretera Durango-Mezquital (MEX-45), un trayecto de aproximadamente 45 minutos.
¿Por qué deberías visitar el municipio Nombre de Dios, Durango?
Nombre de Dios es un municipio encantador y lleno de historia, ubicado en el estado de Durango, México. Fundado en 1562, es conocido como el pueblo más antiguo del estado y fue originalmente llamado Villa de los Cuatro Templos.
Este municipio tiene una rica historia misional, ya que fue establecido como una misión franciscana antes de la fundación de la ciudad de Durango.
El municipio cuenta con una población de aproximadamente 19,060 habitantes según el censo de 2020. Se encuentra a una altitud media de 1,730 metros sobre el nivel del mar y tiene una extensión territorial de 1,478.3 kilómetros cuadrados.
Limita al norte con los municipios de Durango y Poanas, al sur con Mezquital y Súchil, al oriente con Vicente Guerrero y Poanas, y al poniente con Durango y Mezquital.
Entre los principales atractivos de Nombre de Dios se encuentran el Ex Convento de San Francisco, el Balneario Paraje los Salones, y la impresionante caída de agua de El Saltito, que altera el paisaje con sus cascadas de 20 metros de altura.
Además, el municipio es famoso por su gastronomía, especialmente por las tradicionales gorditas rellenas y otros platillos deliciosos como el asado rojo duranguense, tamales de Durango rellenos de chile colorado, carne de cerdo, pollo con aceitunas o frijoles refritos sazonados con ajo, comino y orégano.
En cuanto a las bebidas, en la región se elaboran vinos de frutas como granada, nogal, chabacano, durazno, manzana y uva, entre otras.
También se produce mezcal artesanal en las comunidades de La Constancia, y es parte de la Ruta del Mezcal. Además, hay cervezas artesanales muy buenas que no puedes dejar de probar.
Nombre de Dios se incorporó al programa de Pueblos Mágicos en 2018, lo que resalta su importancia cultural y turística. Las festividades locales incluyen la Fiesta del Ojo de Agua de San Juan y la Celebración del Día de San Pedro Apóstol.