Aseguran que la obra afectará sus ventas y provocará más caos vial.

El ayuntamiento de Durnago, sin embargo, parece decidido a llevar a cabo el proyecto a pesar de la oposición.

Por Danny Medina

La tranquilidad del Centro Histórico de Durango se ve nuevamente interrumpida por una nueva controversia.

Luego de la suspensión del proyecto de semipeatonalización en Privada Parque Nuevo y calle Pasteur, ahora es la Plaza Baca Ortiz la que se encuentra en el ojo del huracán, debido a un plan de remodelación que ha generado un rechazo entre los comerciantes de la zona.

Los comerciantes aseguran que la ampliación de banquetas y los cambios en la configuración vial, que incluyen la reducción de cajones de estacionamiento y la limitación del tráfico vehicular, tendrán un impacto directo y negativo en sus negocios.

Al disminuir el flujo de clientes, temen una reducción significativa en sus ingresos.

“Esta obra no solo no soluciona los problemas de movilidad, sino que los empeora”, afirma un comerciante del lugar.

“Al quitar espacios de estacionamiento, estaremos ahuyentando a los clientes y condenando nuestros negocios a la quiebra”.

La preocupación de los comerciantes se centra en tres puntos:

• Pérdida de clientes
• Caos vial
• Falta de consulta por la autoridad

Ante esta situación, los comerciantes han solicitado al alcalde Toño Ochoa que reconsidere el proyecto y que se abra un diálogo para encontrar soluciones que beneficien a todos los actores involucrados.

“No queremos que el desarrollo urbano vaya en detrimento de la economía local”, afirma.