La amenaza del gusano barrenador ha llegado a México: el primer caso se detectó en Chiapas. Aunque Durango todavía está libre de contagios, el riesgo está latente.
Así lo advirtió Saúl W. Sandoval Fierro, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de Durango, quien llamó a ganaderos y a la población en general a mantener una estricta vigilancia sobre sus animales y heridas frescas.
“El gusano barrenador es transmitido por una mosca que deposita sus huevecillos en heridas abiertas. Si no actuamos a tiempo, la infestación puede salirse de control”, explicó Sandoval Fierro. Aunque actualmente las acciones de control, como el esparcimiento de moscas estériles, sólo se aplican en zonas donde ya hay casos, Durango debe prepararse.
El presidente del Colegio fue claro: los ganaderos deben revisar constantemente el ombligo de los becerros, desinfectar cualquier herida y reportar de inmediato cualquier sospecha a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SADER) o a las uniones ganaderas locales.
¿Y los ciudadanos? Aunque el problema afecta principalmente al ganado, las personas también deben estar alerta ante heridas recientes, sobre todo en zonas rurales o ganaderas. La prevención pasa por una regla básica: cuidar y desinfectar cualquier herida expuesta.
Saúl W. Sandoval Fierro destacó que en Durango existe una buena cultura de asesoría veterinaria: “Los ganaderos suelen tener médicos veterinarios de confianza y sí buscan ayuda cuando lo requieren”, dijo. Actualmente, el Colegio cuenta con 200 miembros activos y trabaja de manera permanente en capacitación y actualización profesional.
Aunque hoy el gusano barrenador parece lejano, su avance desde Centroamérica hasta México demuestra que no hay tiempo que perder. Vigilancia, higiene y asesoría veterinaria son las mejores armas para evitar que esta plaga cause estragos en Durango.