Cómo fue su expedición del duranguense al Everest y qué mensaje le dedicó a su madre
Rafa Jaime: el invidente que logra la hazaña de escalar el Everest
Cómo dos hombres ciegos hicieron historia al llegar a la cima del Everest
La increíble aventura de Rafa Jaime, el primeros invidente en conquistar el Everest
Cumple su sueño de escalar el Everest y se convierten en un ejemplo de superación
El pasado 17 de mayo de 2023, Rafael Jaime hizo historia al convertirse en el primer mexicano ciego en llegar a la cima del Monte Everest, la montaña más alta del mundo con 8,848 metros de altura. Junto con su guía y compañero de cordada Omar Álvarez, Jaime logró superar los desafíos de la naturaleza y de su propia condición para cumplir uno de sus sueños más grandes: besar el cielo en honor a su madre fallecida.
Jaime, quien nació en Salamanca, Guanajuato, pero se considera duranguense por adopción, perdió la vista a los 18 años debido a un cáncer en las retinas. Lejos de rendirse ante la adversidad, encontró en el deporte una forma de canalizar su energía y demostrar su capacidad. Así se convirtió en triatleta, ultraman y alpinista, participando en diversas competencias nacionales e internacionales.
Su pasión por las montañas lo llevó a emprender el proyecto Cordada Obscuras1, junto con Álvarez, con el objetivo de escalar las siete cumbres más altas de cada continente. Hasta el momento, han conquistado el Aconcagua (América del Sur), el Denali (América del Norte), el Monte Elbrus (Europa) y el Kilimanjaro (África). El Everest era su quinto reto y el más difícil de todos.
Para prepararse para esta expedición, Jaime y Álvarez entrenaron durante meses en los Andes, donde practicaron escalada en hielo y progresión en glaciar1. También contaron con el apoyo de patrocinadores, familiares y amigos que creyeron en su sueño. El 29 de marzo partieron hacia Nepal, donde se aclimataron durante varias semanas antes de iniciar el ascenso al Everest2.
Durante la escalada, Jaime y Álvarez enfrentaron condiciones extremas como el frío, el viento, la falta de oxígeno y el riesgo de avalanchas. Además, tuvieron que sortear las aglomeraciones de otros alpinistas que buscaban aprovechar la misma ventana climática para llegar a la cumbre3. Sin embargo, nada los detuvo y lograron alcanzar su meta después de casi dos meses de esfuerzo.
Al llegar a la cima del mundo, Jaime dedicó unas emotivas palabras a su madre, quien falleció hace unos años y fue su principal inspiración para seguir adelante. También agradeció a Álvarez por ser sus ojos en esta aventura y a todos los mexicanos que los siguieron y apoyaron desde lejos. Con una bandera tricolor en sus manos, Jaime demostró que no hay límites para quien tiene un sueño y lo persigue con determinación.
Jaime y Álvarez ya están de regreso en México, donde fueron recibidos con honores por sus familiares, amigos y autoridades deportivas. Su hazaña ha sido reconocida como un ejemplo de superación personal y deportiva para todo el país. Ahora se preparan para enfrentar los dos retos que les faltan para completar las siete cumbres: el Monte Vinson (Antártida) y el Monte Carstensz (Oceanía). Estamos seguros de que lo lograrán.