marzo 16 2025

¿Por qué la Casa del Conde del Valle de Súchil es una Joya del Barroco en el Norte de México?

La Casa del Conde del Valle de Súchil, construida entre 1763 y 1764, es una obra maestra de la arquitectura barroca y rococó en Durango. Diseñada por el arquitecto Pedro de Huertas, su fachada e interiores la convierten en un ícono histórico del norte del país.

Actual sede de una sucursal de Banco Banamex, esta casona preserva su esplendor colonial, destacando detalles como el nicho de San José con el Niño y arquerías con decoración única. Un ejemplo de cómo el patrimonio cultural se integra a la vida moderna.

Historia y Legado del Conde Joseph del Campo Soberón

La casa perteneció a Joseph del Campo Soberón y Larrea, primer Conde del Valle de Súchil, un minero y terrateniente clave en la economía colonial de Durango. Su riqueza permitió financiar esta residencia, diseñada para reflejar su estatus social. Pedro de Huertas, reconocido por su dominio del barroco novohispano, plasmó en la fachada elementos como pilastras estípites (columnas típicas del barroco mexicano) y motivos vegetales que enmarcan el nicho con la escultura de San José con el Niño, símbolo de protección y devoción.

Arquitectura Barroca y Detalles Rococó

La fachada en ochavo (forma octogonal) y su división en dos cuerpos la hacen única. El segundo cuerpo destaca por su profusa decoración rococó, con estípites tallados que simulan movimiento ascendente hacia el nicho central. En el interior, el patio sorprende con una arquería baja donde columnas y arcos exhiben estrías zigzagueantes, un contraste entre la exuberancia barroca y la elegancia sobria de los pisos superiores. Estos detalles reflejan la fusión de estilos europeos adaptados al contexto novohispano.

¿Por qué la Casa del Conde del Valle de Súchil es una Joya del Barroco en el Norte de Durango?
¿Por qué la Casa del Conde del Valle de Súchil es una Joya del Barroco en el Norte de Durango?

De Residencia Nobiliaria a Símbolo de Preservación

Desde el siglo XX, la casona alberga una sucursal de Banamex, que ha mantenido su estructura original mientras adapta espacios para servicios bancarios. Este uso ha permitido conservar elementos como los murales, yeserías y pisos de cantera, asegurando que el legado del Conde perdure. Aunque el acceso al público es limitado, su exterior sigue siendo un punto de referencia para turistas y amantes de la arquitectura colonial.

En Conclusión
La Casa del Conde del Valle de Súchil no solo es un tesoro arquitectónico, sino un testimonio de la riqueza histórica de Durango. ¿Has visitado este emblemático edificio o conoces otras joyas barrocas del norte de México? Comparte tu experiencia y ayuda a difundir el valor del patrimonio cultural.

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