El Puente de Otinapa, conocido también como el Puente Ferroviario del Río Chico, se encuentra destruido en gran parte como muestran un video de redes sociales
En las imágenes se observa la extracción de rieles y durmientes de madera, piezas esenciales para la estructura de este icónico sitio histórico en Durango. Este acto ha desatado preocupaciones tanto por el deterioro del patrimonio como por los riesgos que representa para los visitantes.
Y durante la intervención de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y agentes estatales, los responsables lograron escapar, dejando atrás un campamento improvisado donde la cuadrilla aparentemente pernoctaba.
Este suceso refleja la necesidad urgente de fortalecer la vigilancia y protección de las infraestructuras históricas que son parte del legado cultural y turístico de Durango. Las autoridades están trabajando en la investigación para identificar y sancionar a los responsables.
Una joya histórica en riesgo
Construido alrededor de 1910, el Puente de Otinapa fue parte de un proyecto ferroviario que buscaba conectar Durango con el puerto de Mazatlán. Aunque el proyecto nunca se concretó, el puente, con una altura de 120 metros y una longitud de 388 metros, quedó como un testimonio de la ingeniería de principios del siglo XX.
A lo largo de los años, se convirtió en un destino popular para el ecoturismo y el turismo de aventura, ofreciendo actividades como el salto en bungee, senderismo y motocross.
Sin embargo, este legado está en peligro. El desmantelamiento pone en duda su estabilidad estructural y su atractivo turístico. La extracción de materiales esenciales no solo compromete la integridad del puente, sino también amenaza con borrar un pedazo significativo de la historia de Durango.
En las imágenes del video, se muestra el antes y después de la destrucción del Puente de Otinapa
Desmantelamiento: ¿Crimen o negligencia?
El video que muestra el retiro de los rieles y durmientes ha generado un debate acalorado. Por un lado, algunos habitantes locales y defensores del patrimonio cultural denuncian que estos actos son un crimen contra el legado histórico de la región. Por otro, surgen cuestionamientos sobre la falta de supervisión y protección del sitio por parte de las autoridades.
Falta de medidas de seguridad
Además del deterioro estructural, la falta de medidas de seguridad en el puente agrava la situación:
- Ausencia de barandales y señalización: Estas carencias convierten al puente en un lugar altamente peligroso para los visitantes.
- Inestabilidad creciente: La extracción de materiales puede provocar que el puente colapse parcialmente, incrementando el riesgo de accidentes fatales.
El impacto en el turismo y el patrimonio
La situación actual del Puente de Otinapa podría tener repercusiones significativas en el turismo local. Este sitio es uno de los principales atractivos para los amantes de la aventura en Durango, y su deterioro podría ahuyentar a los visitantes y afectar la economía de la región.
El Puente de Otinapa es más que una estructura; es un testimonio del pasado y un punto de encuentro entre historia y naturaleza. Protegerlo no solo es un deber hacia las generaciones futuras, sino también una responsabilidad para garantizar que su legado continúe siendo fuente de inspiración y orgullo para Durango
El puente ferroviario, un símbolo de Durango
Rafael Sarmiento Aguirre, integrante del grupo Otinapa Camp, calificó el acto como una “verdadera tristeza” y exhortó al gobierno a tomar medidas inmediatas para proteger los tesoros históricos y naturales del estado.
“Nos cuesta mucho traer turismo al estado. Es demasiado esfuerzo el que hacemos para cuidar nuestros lugares para que gente sin escrúpulos los destruyan por unos pesos,” declaró Sarmiento Aguirre. Además, señaló que los daños al puente, aunque contenidos por el momento, requieren un proyecto urgente de reparación y restauración.
Pide que se Investigue el robo del Puente de Otinapa
El regidor por el partido Movimiento Ciudadano (MC), Manuel de la Peña de la Parra, llevó el caso a la sesión de Cabildo Abierto, donde solicitó una investigación exhaustiva. “Este puente no solo es una infraestructura ferroviaria; es parte de la historia de los duranguenses y de una época importante para el municipio capitalino,” enfatizó.
De la Peña también destacó que las acciones de los responsables podrían ser sancionadas por la autoridad federal por daños a las vías de comunicación, bajo jurisdicción federal. Esto refuerza la necesidad de proteger este tipo de infraestructura histórica que también es un motor económico para la región, concluyó.
