noviembre 22 2024

1 – Crítica de “Venom: The Last Dance”: La deslucida despedida de un antihéroe

La esperada tercera entrega de la franquicia de Venom, Venom: The Last Dance, protagonizada nuevamente por Tom Hardy, prometía ofrecer una conclusión épica a la saga del simbionte más caótico de Marvel.

Sin embargo, el resultado final deja un sabor amargo, sugiriendo que tal vez la franquicia ya había agotado su capacidad para sorprender.

Desde su primer lanzamiento en 2018, el Venom de Hardy se destacó por una combinación única de humor irreverente y violencia desmedida.

En esta nueva entrega, dirigida por Kelly Marcel, el tono parece haber perdido esa chispa.

El guion se siente repetitivo, con un argumento que no logra darle la frescura necesaria para mantener el interés de los fanáticos del personaje.

El título, “The Last Dance”, insinuaba un adiós glorioso para Eddie Brock y su simbionte, pero en lugar de eso, nos encontramos con una película que se centra en excesos de CGI y escenas de acción desmedidas, mientras que la narrativa cae en el olvido.

Aunque Hardy sigue demostrando su compromiso con el personaje, la película en sí no logra darle el peso emocional que debería tener un cierre de trilogía.

Uno de los puntos más flojos es la falta de evolución de los personajes. A pesar de que Venom y Eddie han pasado por múltiples pruebas a lo largo de las tres películas, en este filme apenas vemos desarrollo en su relación, lo que genera una sensación de estancamiento. La introducción de nuevos villanos y subtramas no logra agregar valor a la historia, sino que más bien contribuye al desorden.

En definitiva, “Venom: The Last Dance” es una conclusión que no logra estar a la altura de las expectativas.

Los momentos de humor y acción que caracterizaban a las primeras entregas se ven opacados por un guion que no arriesga, y que deja la sensación de que la franquicia, en lugar de cerrar con grandeza, simplemente se ha desinflado.