Los habitantes de San Dimas, Durango, se manifestaron en el Congreso del Estado para expresar su inconformidad con el proyecto de crear una nueva área natural protegida (ANP) en su territorio, el cual abarca 92 núcleos agrarios y más de 800 mil hectáreas.
Los ejidatarios acusan al Gobierno Federal, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), de querer despojarlos de sus tierras y afectar su economía. “Nos están pegando en la bolsa”, dijo Jorge Ramos Astorga, uno de los líderes del movimiento.
El decreto presidencial que busca establecer el ANP en Tayoltita, cabecera municipal de San Dimas, tiene como objetivo proteger especies como el jaguar, la chara pinta, la cotorra serrana y el águila real, así como 14 especies de pino y de bosque mesófilo, que son únicas en el norte del país.
Sin embargo, los ejidatarios argumentan que ellos han cuidado y conservado el medio ambiente por generaciones, y que no necesitan la intervención de la autoridad federal.
Además, temen que el ANP les impida realizar actividades productivas como la agricultura, la ganadería y la minería, que son su principal fuente de ingresos.
Los ejidatarios solicitaron al Congreso de Durango que intervenga ante el Gobierno Federal para frenar el decreto, y que se les reconozca su derecho a la propiedad y al desarrollo.
Asimismo, pidieron que se les consulte y se les tome en cuenta en cualquier decisión que afecte su territorio y su modo de vida.
Hasta el momento, no han recibido una respuesta favorable por parte de ninguna instancia gubernamental
