Durango, México, 18 de septiembre de 2023.- La sequía que azota al estado de Durango desde hace 12 meses pone en riesgo la ganadería de la región, según advirtió Rogelio Soto Ochoa, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango.
Soto Ochoa señaló que, si las condiciones climáticas actuales persisten, se podría perder hasta el 20 por ciento del hato ganadero en la entidad, lo que equivale a aproximadamente 200 mil cabezas de ganado.
El líder ganadero explicó que la sequía ha provocado una escasez de agua y alimento para el ganado, lo que ha llevado a una reducción en la producción de carne y leche. Además, la sequía ha aumentado el riesgo de enfermedades y muerte en el ganado.
Soto Ochoa señaló que, hasta el momento, no se ha planteado una estrategia concreta para abordar esta crisis. Afirmó que esta estrategia deberá ser desarrollada por las instituciones gubernamentales a nivel federal, estatal y municipal, ya que el problema afecta directamente a cada municipio de la entidad.
Enfatizó el dirigente ganadero que, dada la magnitud de la sequía, no habrá suficiente dinero para mitigar sus efectos, y la única esperanza reside en las lluvias. A nivel federal, Soto Ochoa informó que no se han registrado avances significativos hasta el momento.
A pesar de esta situación, destacó que el mercado de exportación de ganado ha sido favorable, con un total de 189 mil 991 cabezas de ganado exportadas, lo que representa un aumento de alrededor de 45 mil cabezas en comparación con el año anterior. Sin embargo, advirtió que si la sequía persiste, el próximo año podría haber una drástica reducción en las exportaciones, ya que se detendría el crecimiento del hato ganadero.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango también hizo hincapié en la relación entre la disminución del precio del dólar y la capacidad de compra de ganado. Con el dólar promediando entre 16.50 y 16.60 pesos, la cantidad de dinero disponible para comprar ganado se ha reducido significativamente.
La sequía en Durango representa una amenaza seria para la industria ganadera, con riesgo de pérdida de miles de cabezas de ganado. Se espera que las autoridades gubernamentales presenten estrategias para hacer frente a esta crisis, mientras la esperanza de los ganaderos sigue centrada en la llegada de lluvias que alivien la difícil situación en el campo.