Una mujer que participó en un experimento un tanto extraño financiado por la NASA con delfines dijo que los animales se volvieron tan cercanos a ella que uno alguna vez intentó tener relaciones sexuales con ella.
En la década de 1960, Margaret Howe Lovatt fue parte del experimento en el que las personas pasaron largos períodos de tiempo con delfines, lo que resultó en que construyeran una fuerte conexión.
En declaraciones a la BBC, Margaret recordó que un delfín, llamado Peter, solía ‘frotarse’ contra sus rodillas, manos y pies de una manera ‘sexual’.
Ella dijo: “Fue sexual por su parte, no fue sexual por mi parte, quizás sensual”.
Margaret, amante de los animales, acababa de cumplir 20 años cuando su cuñado le contó sobre el programa durante la Navidad de 1963.
En ese momento, Margaret vivía en St. Thomas en el Caribe y su cuñado reveló que había una ‘isla secreta’ que se estaba utilizando para realizar trabajos con delfines.
Incapaz de ignorar su curiosidad, Margaret condujo hasta el laboratorio para explorar lo que estaba pasando y conoció al director del laboratorio, Gregory Bateson , a quien logró impresionar tanto después de ir directamente al complejo que él le permitió involucrarse.
A pesar de no tener antecedentes científicos, Bateson dejó que Margaret observara a los animales y escribiera sus hallazgos, lo que pronto lo ayudó a darse cuenta de que tenía una habilidad especial para detectar el comportamiento de los animales .
Esto finalmente le aseguró un lugar en el estudio financiado por la NASA , que había sido diseñado para determinar si se podía entrenar o no a los delfines para que entendieran y hablaran inglés.
En el documental de la BBC La chica que habló con los delfines , Margaret recordó haber pasado tiempo con los tres delfines involucrados en el estudio. Ella dijo : “Pedro, Pamela y Sissy Sissy fue el mayor agresivo, fuerte, ella.. Una especie de RAN del espectáculo.
“Pamela era muy tímida y temerosa. Y Peter era un chico joven. Estaba llegando a la mayoría de edad sexualmente y un poco travieso”.
Al pasar cada vez más tiempo con los delfines, Margaret descubrió que formaba un vínculo aún más estrecho con ellos, incluido uno en particular .
“A Peter le gustaba estar … conmigo “, dijo en el documental.
” Se frotaba la rodilla, el pie o la mano y yo lo permitía.
“No me sentía incómodo, siempre que no fuera demasiado duro.
“Fue más fácil incorporar eso y dejar que sucediera, fue muy precioso y muy gentil, Peter estaba allí, sabía que yo estaba allí”.
Ella continuó: “Fue sexual por su parte, no fue sexual por mi parte, quizás sensual.
“Simplemente se convertiría en parte de lo que estaba pasando como una picazón, simplemente deshazte de eso que nos rascaremos y terminaríamos y seguiríamos adelante”.
“Yo estaba allí para conocer a Peter, eso era parte de Peter”.
El estudio había sido creado por el neurocientífico estadounidense Dr. John Lilly, quien esperaba que el experimento permitiera a los delfines comunicarse con los humanos haciendo sonidos similares a los humanos a través de sus orificios nasales.
Logró obtener fondos de la NASA, después de haber convencido a la agencia de que podría ayudar a comprender otras formas de vida inteligente utilizando otras formas de comunicación.
Sin embargo, finalmente el estudio se cerró debido a varias preocupaciones, incluidas las afirmaciones de que a los delfines se les había dado LSD.
Crédito de la imagen destacada: BBC
