Las bajas temperaturas y los altos niveles de contaminantes hacen más susceptible a la población ante la Covid-19, afectando a las personas más vulnerables
Ante el aumento de contagios por la Covid-19, la llegada de la influenza estacional y la temporada invernal, y con ella las contingencias atmosféricas en la Zona Metropolitana del Valle de México y otras ciudades, ocasionadas por las condiciones meteorológicas y diversas actividades de la población que dañan su salud, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) hace un atento llamado a los habitantes de las entidades que la integran (Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Querétaro), a tomar en cuenta los siguiente:
Durante los meses fríos, las condiciones meteorológicas evitan la rápida dispersión de los contaminantes. Para evitar exponernos a ellos, debemos estar informado sobre el estado de la calidad del aire de la zona en que vivimos, así como seguir las recomendaciones de salud, entre ellas, cuando los niveles de contaminación estén altos; evitar la exposición al aire libre a los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con problemas respiratorios y no realizar ejercicios al aire libre. Limitar las actividades sociales, culturales y de recreación, así como aglomeraciones y reuniones. Mantener la sana distancia y protegerse de los cambios bruscos de temperatura. Es importante comer alimentos ricos en vitamina A, C y D.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, con base a los pronósticos para esta temporada invernal, las lluvias y las temperaturas estarán por debajo del promedio en la región de la CAMe y se espera el ingreso de 34 frentes fríos de diciembre a abril, que podrían incidir en el aumento de la concentración de contaminantes, en especial de las partículas PM1O y PM2.5.
De acuerdo con los expertos, son diversas las causas que ocasionan el incremento de partículas suspendidas PM1O y PM2.5 durante los meses fríos en las entidades que conforman la CAMe. Entre ellas, las fogatas en la que se queman llantas, madera, y residuos, la excesiva quema de cohetes y juegos pirotécnicos durante los festejos decembrinos, los incendios forestales, quema de pastizales y residuos de cosechas agrícolas y caña de azúcar. Las ladrilleras, la erosión del suelo y el tránsito vehicular también contribuyen a la generación de partículas. Por ello debemos evitar al máximo este tipo de acciones. (Diazepam)
De acuerdo con estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública, la exposición a estos contaminantes, causa impactos de corto y largo plazo en la salud de las personas. Entre los primeros se encuentran: irritación en ojos, nariz y garganta, Infecciones de vías respiratorias superiores, disminución de la función pulmonar, dolor de cabeza y reacciones alérgicas, así como asma y enfisema. Entre los segundos están las enfermedades respiratorias crónicas y cardiovasculares, cáncer de pulmón, daño al sistema nervioso central y mortalidad prematura.
La Organización Mundial de la Salud estima que, a nivel mundial cada año, siete millones de muertes están asociadas a la contaminación atmosférica. En México, un estudio realizado en 15 ciudades por el Instituto Nacional de Salud Pública, encontró que la contaminación por partículas finas PM2.5 fue responsable de unas 14,600 muertes prematuras en todo el país en 2015.
Por lo anterior, la Comisión Ambiental de la Megalópolis hace un atento llamado a la población a NO encender fogatas, quemar llantas, cohetes o pirotecnia durante los festejos de esta navidad, para reducir la posibilidad de una contingencia ambiental atmosférica.
Investigaciones recientes en varios países encontraron que vivir en ciudades con altos niveles de partículas suspendidas y otros contaminantes, incrementa el riesgo de contagio de la Covid-19. Ante el aumento de casos, más la presencia de la influenza estacional, son también recomendables las medidas tendientes a evitar otro tipo de emisiones, entre ellas: evitar encender chimeneas y usar carbón o leña para calentar las viviendas.
Debemos también mantener en buenas condiciones mecánicas los vehículos automotores, y en la medida de lo posible, utilizar el transporte público, la bicicleta y sobre todo caminar. De esta forma ayudaremos a disminuir la emisión de contaminantes, proteger el medio ambiente y cuidar nuestra salud.